Aprendí entonces, y de algún modo volví a aprender recientemente (aunque dicen que uno nunca desaprende, pero tengo mis dudas)...
- Que saber comunicarse, esto es, hablar y escuchar, de manera clara y sincera, es la más grande y complicada de las virtudes.
- Que todos alguna vez hemos usado a alguien.
- Confirmé que nadie es totalmente malo ni totalmente bueno.
- Confirmo que el rencor no es más que veneno.
- Todavía dudo por momentos que el tiempo cura todo; me consta que lo atenúa, pero el golpe, la cicatriz, el recuerdo, se queda siempre con nosotros para bien o para mal, y nos hace la persona que somos ahora.
- Que siempre seguiré aprendiendo.
- Que siempre me puedo sorprender a mí misma y que la vida, si nos dejamos, nos sorprende cada día.
- Que el amor existe, pero en ocaciones es dificil de identificar.
- Que el hambre de amor nos hace ponerle su disfraz a personas y cosas sin razón ni mérito algunos.
- Que las personas sí cambiamos.
- Que la vida sin música, está incompleta.
- Que el destino nos puede cambiar la vida en un segundo, sin preguntar.
- Que no todo lo que brilla es oro.
- Me enseñaron que no hay que planear el futuro, sino nuestras acciones presentes.
- Recordé que la vida es muy corta.
- Sé que no le debo nada a nadie, y nadie me debe nada.
Y por hoy, suficiente...
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