8 de junio de 2010

Duele...

En la vida vamos iniciando y cerrando etapas. El cierre de cada una implica un duelo, que será más o menos intenso dependiendo de la "pérdida". Hace poco una amiga me dijo que ella siempre ha vivido con la convicción de que absolutamente todo lo que pasa, pasa por algo bueno, y quiero adoptar esa ideología por ahora.

Y aunque sé que no te he perdido del todo, que me importas y te importo,que estás ahí... igual duele. Todavía no te extraño del todo, porque no nos hemos despedido del todo. No estoy feliz. Tampoco me hundo en la depresión. Y me ayuda esa especie de convicción de que tomamos la decisión correcta; bien dicen por ahí que no siempre lo que quieres es lo que necesitas y viceversa. Estoy en una especie de indefinición de sentimientos que viene en el paquete de la readaptación, supongo. Se dejan venir todos a la vez y duele. Alcanzo a distinguir tristeza y esperanza; felicidad porque estuviste aquí, por lo que fue, por lo que puede ser.

Dejaré que la decisión tome su curso y ¿por qué no? lo pondré un poco en manos de Dios aunque pueda parecer una delegación muy cómoda de responsabilidad... no lo es, sino que algo de fe me queda todavía.