El restaurante cuenta con una terraza muy cuca con unas 4 mesas por si te gustan los exteriores o eres fumador. El menú no es muy variado pero el chef es excelente. Vale la pena pedir cualquier cosa, igual si es una ensalada, un postre, una pizza o un simple café. Todo es bueno.
Mi recomendación va para la ensalada de queso de cabra y pera, uno de mis platos favoritos (imagen de la derecha). No pueden dejar de probar el pan que les sirven en canastita para acompañar la comida, no exagero si lo pongo entre los mejores que he probado junto con el pan de La Posta.Hablando de postres, definitivamente me quedo con el Créme Brulee, y en segundo lugar el Tiramisú, muy bueno pero un poco empalagoso. Las pastas son una joya y las pizzas también, sólo que en general es raro que a mí se me antoje una pizza.
Nota el margen, el lugar es algo caro y el servicio, como puede ser excelente un día, otro pueden ignorarte un poco, pero vale la pena visitarlo aunque sea una vez.
