14 de octubre de 2012

Verdades que callas

No te quedes por costumbre
No digas te quiero por obligación
No me abraces sin ganas
No me hagas el amor con culpa
No digas por no saber decir no
Ahórrate las palabras dulces al teléfono si bajas la voz para decirlas
No pretendas estar conmigo si piensas en alguien más
No me acompañes cuando prefieres estar en otro lado

Duele escucharte sabiendo que no eres sincero
Me enferma que creas que te creo,
verte dudar y desviar la mirada,
buscar explicaciones cuando te contradices
Duele no poder justificarte
Duele jugar a no darme cuenta

Y espero nunca olvides lo que te he querido,
y que cada vez que me alejé fue por ti,
porque me lo pediste, porque te alejaste tú primero, porque no sabías...
después por miedo, por evitar más dolor
por tratar de construir en otro lado lo que tú no querías o no podías.

Pero no puedo pasar por esto de nuevo
y me habría tardado menos en entender, en aceptar que ya estoy de más,
si hubieras hablado con la verdad desde el principio
Prefiero un adiós que un estar a medias
Prefiero extrañarte, prefiero tu recuerdo

Ojalá no conociera tu mirada cuando mientes,
tus nervios y los gestos que revelan lo que intentas disfrazar
Ojalá no conociera tus reacciones delatoras
tu miedo que me culpa si intento preguntar
Ojalá los hubiera ignorado desde siempre
para no ser capaz de escuchar lo que me gritan a la cara
cada vez que me sorprenden de nuevo:

Que a pesar del tiempo no puedo confiar en ti
Que tus buenas intenciones no trascienden las palabras
Que no importa cuántas veces lo intente
Que no puedes, aunque quieras; que esto te rebasa
Que 'para siempre', contigo, caduca cada tres meses
Que la verdad para ti es relativa

Ojalá no conociera esa versión de ti
Ojalá pudiera ignorarlo todo para no volver a recoger los pedazos de esperanza rota
que insiste en no morir

Y duele recordar lo compartido en tantos años, lo reído y lo llorado,
los abrazos con te quieros, las miradas que decían tanto
las despedidas y los regresos
las pláticas, la cocina, la cama, la pasión, los chistes... el café

Duele dormir abrazados y saber que nada cambia
Duele enterrar tantas ilusiones
Duelen tus silencios programados para evitar dar razones
Duelen tu indiferencia y tus excusas

Duele volver a llorar las mismas lágrimas, aquí sentada, mientras escribo
Duele no poder odiarte

Duele no haber sido yo
Duele que no quieras ser tú




No hay comentarios:

Publicar un comentario