4 de enero de 2013

Gracias por hoy

Pues fue mi primer día de trabajo después de las vacaciones y creo oportuno recordar y agradecer lo que lo hizo especial, por pequeño que haya sido, ejemplificando para mí misma que no es broma cuando digo que siempre hay algo bueno... en este caso aun si ya se te acabó el 20 para echar hueva en paz, como es el caso.

No haré esto diario porque no dispongo siempre del tiempo, pero hoy quiero apuntar las siguientes cosas por las que estoy agradecida y que hicieron de éste un muy buen día:

Me di el lujo de levantarme tarde y como el tráfico aun es maravilloso llegué en punto de las 8 am que es mi hora de entrada y eso me pone de buenas.

Mi café mañanero me quedó delicioso, y con el frío que hacía de verdad lo disfruté.

Hoy no le ladré a nadie, fui un ejemplo de servicio al cliente con mis compañeritos que tanto quiero y tanto miedo me tienen jajaja. Y se sintió muy bien.

Llegando a casa me recibe mi perra de un brinco nivel olímpico, moviendo la cola y lamiéndome la cara

Salí a caminar con mi mamá, cosa que no hacemos muy seguido, mientras echábamos chisme.

Genuinamente -no por presión- saqué y saqué pendientes sin papalotear, youtubear, dispersarme o quejarme del frío, del calor, de la hueva... puro gusto y ñoñez que es lo mío.

Me encanta conocer gente nueva y hoy se me cruzó una persona además de nueva, interesante y original, con quien parece comparto varias aficiones ñoñas.

Me dijeron que tenía cara de hada de cuento.

Y aprendí lo que es un nenúfar.

Y pues tan tan.

Seguro habrá días en que tal vez sólo haya un momento bueno, y ese es el que quiero recordar. Otros, me costará trabajo encontrar aunque sea uno... y si no lo encuentro ya me lo inventaré porque no tengo ganas de quejarme ni hoy ni mañana...


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