14 de julio de 2012

Dos grandes verdades

Y para no perder la costumbre de las frases mágicas, ahí les voy. Estas dos me pegaron como bat en la espinilla. Tengan:

“The quality of your life is in direct proportion to the amount of uncertainty you can comfortably deal with.” ~Tony Robbins

No pues ya me pasaron a joder. No mamen, nunca había conectado ambos conceptos: calidad de vida y tolerancia a la incertidumbre pero ahora me queda muy claro por qué vivo con un maldito hoyo en la panza (angustia le llaman a veces) y un costal de ansiedad que no se me quita con nada. Aclaro que no es que mi vida sea miserable y cosas así, pero sí la sufro como al triple de lo que sufre alguien más... "normal". Soy hipersensible (desde ahí estamos jodidos), soy control-freak hasta la pared de enfrente (nos jodimos más), y un nivel de intuición-percepción que da miedo y en el q no acabo de confiar al 100% supongo xq la mayoría de las veces no me gusta lo que "veo". ¿Cómo esperar que salga algo bueno de esa combinación? 

No tolero no entender algo, no saber que pasa, que las cosas cambien sin que yo lo haya pedido ni hay hecho nada para conseguirlo, no tolero que el desenlace de algo importante no esté únicamente en mis manos. Y es cagante porque las cosas son así: hay trillones de cosas que nos afectan directamente pero están fuera de nuestro control, la mitad de la gente nunca te va a hablar con la verdad al 100% y te vas a dar cuenta... y tómala, a lidiar con su derecho a "guardar silencio" porque hacerlos hablar a putazos no aplica; la gente cambia, la vida cambia y aunque te metas un madrazo en uno de esos giros, el hecho de que tú decidas no cambiar al mismo ritmo, no obliga a nadie a permanecer en el mismo estado; nadie está obligado a la reciprocidad en nada, y yo sigo queriendo creer que no por obligación sino naturalmente, esa reciprocidad "se da". Qué pinche sandez. El punto es que tengo un tema severo con el control.

Me da miedo la incertidumbre como a todos, pero hay gente más ecuánime, que acepta sus limitaciones. Yo tengo un puto complejo de omnipotencia que Dios nos agarre confesados. La consecuencia natural de ello, claro, es vivir angustiada cuando siento que algo se me va de las manos, que no puedo ayudar a alguien, que esa persona a la que quiero ya no me quiere, que siento que esta otra no me está hablando derecho y no puedo obligarla a hacerlo. 

Últimamente trato de respirar, de aceptar esas cosas fuera de mi alcance y ahí la llevo con mini avances pero neta, me está costando un huevo. En fin, pasemos a la segunda gran verdad.  

We aren’t searching for truth or clarity or insight as much as we’re simply searching for something reliable to grab ahold of.

Esto puede venir al caso sobre todo en cuanto a religión. Una que se educó en colegios de monjas y creció en una familia muy católica, les puede decir lo raro que se siente cuando empiezas a cuestionar y te revelas y de verdad te dejas de comprar el cuento. Se siente triste y se siente un vacío. Y cada vez suena más lógico eso de que a los dioses los inventamos para no sentirnos tan perdidos, tan sin sentido, tan... así pinches. 

Y puede aplicar para otras cosas cuando eres una control freak con inseguridades fuertes. Exiges que todos te hablen con la neta al 100% (aunque no estás segura de poderlo manejar sin culpas ni reproches), quieres controlar todo y que todo sea siempre claro como el cristal. Y lo que hay detrás de eso no es valor y temeridad, sino la desesperación de sentirte segura y contenida, y pepenarte de lo que sea que te hace sentir así con la ilusión de que es eterno e inmutable de modo que si te pepenas bien, estás a salvo de aquí al juicio final. Sí, eso de "nada es para siempre" me da como prurito mental y me encabrona y me angustia y no, no lo he terminado de aceptar en mi intelecto aunque suene muy estúpido. 

Y así, son grandísimas verdades al menos para mí, de las que han derivado estas fuertes declaraciones. ¿A alguno le pasa lo mismo?

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