10 de febrero de 2013

Maestría para mentir

No es que los quiera enseñar a mentir ni nada por el estilo, pero como dicen por ahí, hasta las chingaderas hay que saberlas hacer. Hay una regla mágica de aplicación general a cualquier chingadera y es la que debemos tener presente: si no sabes cómo (entiéndase, si no eres un chingón), ¡no lo hagas! Así de simple.

Ya específicamente en el tema que nos ocupa, señoras, señores, si Dios no los dotó para ser unos maestros del arte de mentir NO LO PINCHE HAGAN. Y tal vez se pregunten "¿bueno y por qué no?"... Sí sí, cada quien hace lo que puede pero asumamos por un momento que mentir no fuera un vicio per se sino algo moralmente neutral, así que no haré una oda contra la mentira como tal. Pero háganlo por ustedes, ¿nunca se han percatado de lo pendejos que se ven mintiendo... o haciendo cualquier cosa para la que no son buenos pero insisten en aventarse como el Borras? Créanme, es muy penoso el espectáculo de verlos revolcándose en su choro una y otra vez mientras su interlocutor o interlocutora que elegantemente decide no evidenciarlos o simplemente divertirse un rato viendo cómo se enredan (yo lo he hecho) está pensando que son unas bestias o en el mejor de los casos está teniendo un ataque de risa interno... en el peor de los casos dan penita ajena y hasta lástima, y claro, si el interlocutor es el afectado directo, conseguirán un empute de su parte Nivel: Vete a la mierda.

Adicionalmente, ¿ustedes creen que la persona a la que le mal-mienten no se siente ofendida? Sí pero no necesariamente por el hecho en sí de la mentira, sino por aquéllo de que lo hacen "mal". Me explico: también uno se ofende de que no lo consideren digno de una buena inversión de tiempo para al menos fabricar el choro maestro, sin cabos sueltos, sin contradicciones, sin miradas a los lados y al techo... sin pendejadas para acabar pronto.

Yo sí, yo me ofendo cantidad al ver lo limitada mental que me deben considerar como para dar por hecho que me pueden ver la cara con una mentirita pendeja... y tienen los huevos de aventármela. Con una sola de esas me pierden.

Y no, no crean que por ser maestros de la evasión la libran. Dan hueva, esa es la realidad. Si la persona a la que le mintieron les dice "oye pero es que esto ya no cuadra" no le contesten algo como "ah es que igual y no me acuerdo bien, pero equis, ¿ya viste que lindo el cielo?". A mí me contestan eso y se quedarán hablando solos... porque además de todo les pierdo el respeto; la neta si no tienen los pantalones de inventar algo mejor o el valor de confrontar y asumir sus responsabilidades, no se arriesguen, queden bien, y sean felices.

Además si nos vamos al fondo de todo ¿por qué nos interesa pasar el tiempo con personas con las que no podemos ser nosotros mismos,  a las que les tenemos que mentir u ocultar cosas? Es un desperdicio del tiempo propio y el ajeno, ¿no creen?

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