7 de junio de 2011

Quisiera decirte...

No es nada muy profundo, en realidad, pero cuando de pronto no se supone que hable contigo, necesito de todos modos sacar lo que te quisiera decir hoy... y es curioso porque de hecho no hablamos normalmente entre semana.

Como sea, la neta te extraño. Sólo por saber que no será sólo por hoy, sino no sé cuánto tiempo, que no hablemos; que no me contarás tus cosas ni yo las mías y de alguna manera creo que ambos extrañaremos esa tan mentada y controversial hora y media que podía tomarnos la dichosa plática.

En fin. Hoy hubiera querido contarte que me levanté a las 5:30 a hacer mi workout, y que a pesar de todo, por el tráfico llegué 2 minutos tarde a la oficina. Que mi clase de baile estuvo genial y que se metió una palomilla en mi cuarto. Puras estupideces tal vez, pero son las cosas, trascendentes o no, que me gusta compartir contigo.

También te quería decir que aunque era un tema que teníamos que tocar en algún momento, no era mi intención que fuera ayer, ni quería que fuera así, y menos que terminara como terminó. El fin de semana había sido perfecto, me encantó pasarlo contigo y de verdad me sentí muy contenta... y aunque ya te lo dije quiero volver a darte las gracias no sólo por este fin, sino por prácticamente un año más que de una u otra manera estuvimos juntos. Tal vez fuera menos oficial pero compartimos mil cosas de manera más fluida, por llamarlo de alguna manera, y eso me gustó mucho. Quiero que sepas que noté cada cambio y esfuerzo de tu parte, por pequeño que fuera, y te lo agradezco muchísimo porque sé que no debió ser fácil, y a pesar de eso lo hiciste... y lo hiciste muy bien.

Finalmente repetir que te quiero mucho, que de verdad eres especial y que tenía muchas ganas de llamarte hoy para comentar... comentar qué? no estoy segura pero quería hablar contigo. Sin embargo noté que por obvias razones tú ya empezaste tu duelo y respetarlo me parece lo más sano. Me sorprendió de momento pero lo entiendo. Sólo no olvides que te quiero, que me importas y que de corazón quiero que seas feliz -como diría E. Bunbury- aunque no sea conmigo.

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